La artista palestina, Samira Badran, nació en Trípoli, Libia en 1954, en el contexto de una familia profundamente enraizada en el arte. Esto la llevó a formar una visión muy humanizada de los conflictos que le ha tocado vivir en carne propia como parte del pueblo palestino.
Su padre, Jamal Badran (1909-1999), quien tuvo un papel decisivo en la formación de Samia, fue un artista y un experto en el campo de las artes y oficios islámicos. Escultor y pintor experto, aplicó su experiencia a materiales tan variados como pergamino, papel, cerámica, madera y vidrio.[1] Su padre, y sus tíos, Abdel Razzaq (fotógrafo) Khairy (tejedor) establecieron un estudio en Jerusalén en 1945, buscando el avance de las tradiciones artísticas nacionales e islámicas. Aunque los Badran perdieron el estudio durante la Nakba, en 1948 y Jamal tuvo que trasladar su trabajo a Libia. El exilio duró mucho y la familia Badran regresó a Palestina hasta en 1962.
Cuando Samira tenía 13 años vivió la experiencia terrorífica que más recuerda durante la guerra de los Seis Días, en 1967. Los Badran dejaron Palestina para ir a Ammán y luego a Beirut, donde pasaron seis meses antes de regresar a su hogar en Ramallah, una ciudad a 16 kilómetros al norte de Jerusalén, durante ese tiempo, vivió momentos de angustia y fue testigo del dolor de la guerra.
Samira realizó estudios en la Academia de Bellas Artes de El Cairo, entre 1971 y 1976, y en la Academia de Bellas Artes de Florencia, entre 1978 y 1982. Desde 1977 hasta la fecha cuenta con participaciones importantes en exposiciones colectivas y desde 1985 ha tenido exposiciones individuales.
Aunque sus prácticas artísticas han evolucionado a lo largo de sus cuarenta años de carrera, Samira Badran continúa produciendo trabajos que consideran temas de movilidad y claustrofobia en el contexto palestino. Un ejemplo lo podemos encontrar en su primer cortometraje, Memory of the Land (2017), una animación en técnica mixta, donde el protagonista de esta película es un par de piernas sin parte superior del cuerpo, que Badran ha afirmado que diseñó para enfatizar la severa restricción israelí del movimiento palestino entre áreas de su fragmentado territorio.
Samira Badran ha expuesto extensamente en todo el mundo en ciudades tan diversas como Florencia, Bagdad, Londres, Jerusalén y Washington, DC. Vive y trabaja en Barcelona desde principios de los años 80.
[1] Fuente consultada: http://www.samirabadran.com/