Las guerras proxy o también llamadas guerras subsidiarias son un tipo de conflicto interno entre distintos bandos o actores que se engloba como parte de otra rivalidad entre potencias o actores externos. Conocerlas resulta interesante pues lo amerita por la naturaleza en el mundo en el que vivimos y la situación geopolítica de la región donde ocurren.
El reciente ejemplo de la terminología de la guerra proxy, es la rivalidad que se está viviendo en el Medio Oriente. Para ser más específicos entre Israel, Palestina, Líbano e Irán.
Palestina: Su conflicto con Israel inició cuando las Naciones Unidas crearon el Estado de Israel en 1947 porque Gran Bretaña buscaba una salida de la región de Medio Oriente. Agotados sus recursos y energías por la Segunda Guerra Mundial, por lo que Gran Bretaña se había comprometido en 1917 a crear un “hogar nacional judío” en lo que se conoció como la Declaración de Balfour, para lo que utilizó su mandato respaldado internacionalmente. Pero esto creo el conflicto entre los nacionalismos judío y árabe.
En 1947, Gran Bretaña solicitó la ayuda de las recién fundadas Naciones Unidas para salir de esta parte de Medio Oriente. Sin embargo, actualmente israelíes y palestinos no pueden hacer lo mismo. En una solución de dos Estados, vivirían juntos en una franja muy estrecha de territorio: los dos Estados medirán apenas 80 kilómetros de ancho desde el mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Ahora la lucha por el territorio ha llevado a grandes pérdidas humanas y económicas. Para ser exactos a una crisis humanitaria en Palestina.
Líbano: Tras la independencia de Líbano en 1943, Israel ha realizado operaciones en territorio libanés en seis ocasiones. La primera invasión tuvo lugar en 1978 y su objetivo era expulsar a los militantes palestinos de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) del sur de Líbano. Mientras que la segunda invasión de Israel a Líbano para conquistar territorio ocurrió en 1982 en medio de una sangrienta guerra civil desatada tras un ataque de las falanges libanesas, una milicia cristiana de derecha y aliada de Israel, contra un autobús lleno de refugiados palestinos. Desde entonces ha sido una guerra entre ambos.
Irán: Ha sido enemigo de Israel desde la Revolución Islámica de 1979, que trajo al poder un régimen que ha utilizado la oposición a Israel como parte clave de su ideología. Sus últimos ataques se dieron el pasado 1 de octubre de 2024, cuando Irán lanzó 200 misiles balísticos contra Israel, los cuales impactaron en el centro y sur del país.
Ahora bien esta rivalidad sangrienta entre las naciones del Medio Oriente ha ido en aumento y como principal causa el poder geopolítico.
Aliados que giran alrededor del conflicto en el Medio Oriente
Es importante mencionar que estas rivalidades han desatado una red de aliados y fuerzas proxys. Tenemos de un lado tenemos a los países de Siria, Rusia e Irak, Palestina, Líbano, Irán incluso Qatar; uniendo fuerzas y del otro lado a a Israel y Estados Unidos, en el mismo bando para atacar a aquellos que se consideren sus enemigos, es decir han creando un «eje de resistencia» que desafíe sus intereses.
Dentro de este triángulo, todos estos países antes mencionados no solo tienen como enemigo en común a Israel sino también a Estados Unidos y es que para EE.UU., los ataques contra objetivos en Siria e Irak son una represalia por un ataque perpetrado en una base en Jordania, matando a tres soldados estadounidenses e hiriendo a más de 40 personas.
Washington culpó del ataque a la Resistencia Islámica de Irak, apoyada por Irán, y por tanto, al propio Irán. Este país y Estados Unidos son enemigos desde hace décadas, y no mantienen relaciones diplomáticas oficiales desde 1980.
Lo último que se sabe sobre esta guerra proxy, es que el Pentágono informó a través de un comunicado que enviará una batería de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) además de tropas para apoyar a Israel y atacar a Irán.
Es un hecho que este año, el conflicto en Medio Oriente se ha intensificado y el número de asesinados está en su nivel más alto en casi dos décadas. Esta guerra de rivalidades no parece menguar y cada vez más los ataques se agudizan y solo resta preguntarse, ¿Hasta cuándo ha de terminar?
