Recientemente, un convoy conjunto de 109 camiones de las Naciones Unidas, que transportaba alimentos destinados a la población de Gaza, fue violentamente saqueado. La gran mayoría de los camiones, 97 en total, fueron perdidos, y los conductores fueron obligados, bajo amenaza de armas, a descargar la ayuda.
La grave escasez de harina ha dejado a las ocho panaderías respaldadas por la ONU en Deir al Balah y Khan Younis operando a una capacidad muy reducida durante semanas. Muchas de ellas se han visto obligadas a cerrar por completo.
Si no se toma acción inmediata, la crisis alimentaria se agudizará, poniendo en mayor riesgo la vida de más de dos millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
Las autoridades israelíes siguen ignorando sus obligaciones legales bajo el derecho internacional, que les exigen garantizar el suministro de las necesidades básicas de la población y facilitar el acceso seguro de la ayuda humanitaria. Estas responsabilidades continúan hasta que la asistencia llegue efectivamente a las personas necesitadas en la Franja de Gaza.
Israel bloquea la ayuda humanitaria y continúa atacando a los trabajadores humanitarios. Diversos organismos internacionales y la sociedad civil han denunciado en repetidas ocasiones la manera inhumana en que Israel lleva a cabo esta guerra, a pesar de los llamados de la ONU, las resoluciones del Consejo de Seguridad y las órdenes vinculantes de la Corte Internacional de Justicia.
En los últimos días, el gobierno israelí ha implementado políticas que impiden a los palestinos recibir asistencia vital, como agua, alimentos y combustibles, y han calificado estas acciones como una «interferencia ilegal y sistemática en la ayuda humanitaria».
A esta situación se suman los constantes ataques aéreos y lanzamientos de explosivos sobre Gaza, lo que sigue aumentando las cifras de víctimas mortales, la devastación de tierras y la destrucción de infraestructuras esenciales. Esta violencia continúa agravando la crisis humanitaria que enfrenta la población palestina, sumiéndola en una situación cada vez más insostenible.
