Desde que se anuló el acuerdo de alto al fuego el 18 de marzo de este 2025, los ataques han dejado destrucción y muerte. Este esfuerzo frustrado por obtener la paz entre Israel y Hamás, no ha dado frutos.
Recientemente un ataque aéreo israelí en Gaza, que impactó una casa y una tienda de campaña donde se refugiaban palestinos desplazados, dejó al menos ocho muertos, incluidos cinco niños. El ataque ocurrió en Khan Younis durante el primer día del Eid al-Fitr. Tras el incidente, el presidente francés, Emmanuel Macron, instó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a cesar los ataques y reanudar el alto el fuego, además de permitir la entrega inmediata de ayuda humanitaria.
En paralelo otro ataque fue denunciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Palestina en donde las fuerzas israelíes ejecutaron a paramédicos y otros trabajadores humanitarios en Rafah, después de torturarlos y dejarlos sin vida en el lugar. Tras una semana de búsqueda, la Media Luna Roja de Palestina y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU encontraron 14 cuerpos enterrados, incluyendo los de 8 paramédicos, 5 rescatistas de la Defensa Civil y un empleado de la ONU. Las autoridades expresaron este atroz acto «constituye un crimen de guerra que requiere rendición de cuentas internacional».
Entre las víctimas también estaba Anwar Abdul Hamid al Attar, líder de la misión de Defensa Civil en Rafah. Estos trabajadores habían llegado a la zona para ayudar a las víctimas civiles de un bombardeo israelí y fueron atacados por las fuerzas israelíes. El ministerio palestino calificó este acto como parte de una campaña de genocidio y desplazamiento contra el pueblo palestino.
Durante el periodo de santidad, los bombardeos no cesan
Durante el Aid el Fitr, una festividad musulmana que marca el fin del mes de ayuno del Ramadán, el ejército israelí exige el desalojo urgente de casi toda la ciudad de Rafah y otras áreas cercanas en el sur de Gaza, donde viven unas 50,000 personas, debido a que planea realizar operaciones militares intensas en la zona. Las órdenes de evacuación parecían cubrir casi toda la ciudad y áreas cercanas. El Ejército ordenó a los palestinos dirigirse a Muwasi, una extensión de precarios campamentos de tiendas a lo largo de la costa.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu ha prometido intensificar las operaciones militares de Israel hasta que Hamás libere a los 59 rehenes restantes y desarme a sus fuerzas, algo que Hamás ha rechazado. Además, el primer ministro israelí indicó que tras la guerra, Israel tomará control de la seguridad en Gaza e implementará el plan de Trump para reasentar a la población de Gaza en otros países, considerándolo como «emigración voluntaria».