En este artículo abordaremos la financiación de las empresas que fabrican las armas usadas en las masacres contra la población palestina. Proveniente del Informe 66 de la “Banca Armada y su corresponsabilidad en el genocidio en Gaza”, realizado por Del Centre Delás. En el cual se detallan las exportaciones de armas a Israel en los últimos 10 años, esto según la base de datos del Instituto Internacional de Paz de Estocolmo (SIPRI).
Es importante hablar del papel que juegan aquellos estados y alianza militares para financiar a un país que se encuentra en conflicto. Si bien la ONU establece los principios rectores sobre las empresas, los Derechos Humanos y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico con directrices específica de una Conducta Empresarial Responsable, para prevenir y reparar las vulneraciones causadas en los lugares que viven un conflicto armado, esto incluye también el “cese de actividades económicas en situaciones de ocupación militar”.
Entonces, ¿por qué sí está normado, la guerra en Medio Oriente parece tomar poder?
En el caso de Israel, podemos observar el crecimiento de la industria militar de Israel mediante la exportación o venta de armas a otros países (al menos 125 en las últimas décadas, según recoge Loewenstein), incluyendo a estados autoritarios y hasta gobiernos; otro elemento imprescindible ha sido la compra de armas, munición y tecnología a otros estados. En este sentido, destaca por encima de todos la estrechísima colaboración estratégica y militar entre Estados Unidos e Israel a lo largo del tiempo. Acuerdo mediante el cual los EEUU han transferido anualmente durante los últimos 6 años una cifra de 3.800 millones de dólares (acuerdo 2018-2028) y 3.1 millones al año los anteriores 10 años.
Pero no solo eso, Israel es un importante comprador de armas producidas por empresas estadounidenses como Boeing o Lockheed Martin, entre otras. De la misma forma, mantiene relaciones comerciales de armamento con Italia, España, Alemania o Reino Unido.
Las consecuencias del crecimiento de la industria militar de Israel
Una ofensiva que inició el 07 de octubre de 2023, con un ataque sorpresa a Israel en donde se estima que al menos 1,200 personas murieron en Israel y otros 250 fueron capturados como rehenes. Pero este conflicto proviene de la organización militar palestina llamada Hamás, formada en 1987 y toma fuerza en el 2007 con un objetivo claro, la destrucción de Israel y la creación de un estado islámico independiente en el territorio histórico de Palestina.
Próximos a cumplir 1 año del mayor ataque y desde esa fecha a la actualidad, se estima que Israel ha estado lanzado casi 70,000 toneladas de explosivos, llevando a su paso miles de hogares, hospitales y centros educativos, toda infraestructura que se mantenía en pie, es ahora escombros, además de una gran parte de las tierras cultivables, aunado al desplazamiento forzado del 90% de la población palestina.
Israel se ha estado fortaleciendo gracias al apoyo de las potencias mundiales mediante la venta de armas y tecnología de vigilancia; esto paralelo al aprovechamiento de los recursos de Palestina por parte de multinacionales. Ninguna de las partes proclaman un alto al fuego, al contrario se han estado estaría cometiendo crímenes contra la humanidad de forma sistemática, llegando a constituir un crimen de genocidio contra civiles inocentes.
El conflicto entre Hamás e Israel es complejo, influenciado por factores como la historia regional, la independencia de los territorios y en gran parte por el lucro del negocio de armamento por parte de empresas y estados internacionales. Es crucial buscar soluciones sostenibles que prevengan más pérdidas de vidas y pongan fin a esta ofensiva.