Señor, Creador de toda vida,
Te elevamos esta oración por la tierra de Palestina,
por sus hijos y sus hijas, que viven en el dolor,
pero también en la esperanza de un futuro de paz.
Te pedimos por los que han sufrido la violencia,
por los que han perdido sus hogares,
por los que lloran a sus seres queridos,
y por los que luchan, día a día, por un futuro de justicia.
Te ofrecemos nuestras oraciones como un susurro de consuelo,
como un faro de esperanza en medio de la oscuridad.
Que tu luz divina ilumine las sombras de sufrimiento,
que tu paz rompa las cadenas del odio,
y que la libertad florezca en cada rincón de esta tierra sagrada.
Acompaña a las madres que lloran,
a los niños que juegan en medio del caos,
a los padres que luchan por un mañana mejor.
Que no falte en sus corazones la fuerza para seguir soñando
con un mundo donde reine el amor, la justicia y la fraternidad.
Palestina sufrida, con este Kufiya, te ofrecemos nuestro amor y nuestra esperanza.
Que el viento del cambio te acaricie,
y que la paz llegue a tu pueblo con la misma fuerza
que el sol sale cada mañana, sin descanso.
Amén.